La Comisión de Asuntos Exteriores del Senado italiano dio este miércoles su aval para convertir en ley el Decreto 36/2025, que establece nuevas limitaciones para obtener la ciudadanía italiana por derecho de sangre (jus sanguinis). Sin embargo, el informe incluye cinco observaciones clave que podrían suavizar las restricciones impuestas el pasado 28 de marzo.
El texto, elaborado por el senador Roberto Menia (Fratelli d’Italia, partido de Giorgia Meloni), plantea ajustes para hacer el proceso más accesible a ciertos grupos.
“La norma actual puede ser demasiado estricta. Por eso propongo un examen de italiano nivel B1 para quienes deseen retornar a Italia y así demostrar sus vínculos con el país”, explicó Menia.
📌 Los cinco cambios propuestos
Las modificaciones sugeridas, que serán analizadas la próxima semana en la Comisión de Asuntos Constitucionales, son:
- Revisión del requisito de nacimiento en Italia para ascendientes directos (padres o adoptantes).
- Reevaluación del criterio territorial, buscando un equilibrio en las nuevas disposiciones.
- Facilitar la recuperación de la ciudadanía para quienes la perdieron por leyes anteriores.
- Introducir evaluaciones de “ciudadanía consciente”, con formación en cultura italiana y exámenes de idioma.
- Vías preferenciales para descendientes de italianos que residan en países afectados por dictaduras.
⏳ Próximos asos
El proyecto se debatirá en la Cámara de Diputados entre el 6 y el 8 de mayo. De ser aprobado, volverá al Senado, con plazo hasta el 28 de mayo para su ratificación.
🔄 ¿Italia da marcha atrás en las restricciones?
Aunque el decreto original endurece los requisitos, estas observaciones abren la puerta a excepciones, especialmente para descendientes con conexiones culturales o víctimas de regímenes autoritarios.
Mientras organizaciones de emigrantes celebran las posibles flexibilizaciones, sectores conservadores insisten en que la ley debe proteger la identidad nacional. El debate sigue en marcha.